Quinta parte
Desarrollo del monacato. El arte y la literatura medieval.
En el siglo cuarto se inició la vida monástica en Egipto y en Europa en la Edad Media no solo fueron hombres sino mujeres, quienes adoptaron este tipo de vida. El crecimiento fue considerable teniendo buenos y malos resultados.
Fue necesaria una organización y gobierno al crecer las comunidades. Cuatro órdenes monásticas sobresalieron.
Orden de los benedictinos. Fundador San Benedictino en 529 d.C., en Monte Casino –entre Roma y Nápoles-. La mayor de las comunidades de Europa promovió la cristianización y civilización del norte. Sus reglas eran: Obediencia al superior del monasterio, la no posesión de bienes y la castidad personal. Eran monjes laboriosos, talaban bosques, labraban campos, rehabilitaban pantanos y los pobladores les enseñaban cosas útiles. Esta orden fue tomada como ejemplo, teniendo ramificaciones e indirectamente promovieron este tipo de vida.
Orden de Cister. 1098. Fundador San Roberto en Citeaux, Francia. Se formo esta comunidad para reforzar la disciplina benedictina que se estaba corrompiendo. San Bernardo de Claraval la fortaleció y la reorganizo en 1112. Se dedicaron al arte, la arquitectura y la literatura, copiando libros y escribiendo nuevos.
Orden de los franciscanos. 1209. Italia. Fundador San Francisco de Asís, reconocido por su santidad, devoción y digno de afecto. La más numerosa de todas las órdenes. Su presencia fue en toda Europa. En el siglo catorce se presento la plaga de la peste negra en Europa, donde 124,000 monjes franciscanos fallecieron dando auxilio a moribundos y enfermos. Se les conocía como los frailes grises.
Orden de los dominicos. Fundador Santo Domingo en España, 1215. Se encontraban en toda Europa. Los frailes dominicos eran predicadores, salían a fortalecer la fe de los creyentes. Feroces perseguidores de los “herejes”. Hábito negro. Esta orden y la de los franciscanos se les llamaban “frailes mendicantes”, vivían de las limosnas que pedían de puerta en puerta.
Feroces perseguidores de los “herejes”. Hábito negro. Esta orden y la de los franciscanos se les llamaban “frailes mendicantes”, vivían de las limosnas que pedían de puerta en puerta.
Había órdenes de mujeres parecidas a la de los hombres.
Buenos resultados del monacato.
El monasterio o el convento fueron refugio y protección de los indefensos, principalmente mujeres y niños, también de los viajeros, enfermos y pobres, sobre todo en tiempos de guerra.
Los monjes en todo el continente europeo promovieron la agricultura, la canalización de agua, el cultivo inteligente de la tierra y construcción de caminos. Gracias a las bibliotecas de los monasterios se conservan obras antiguas de la literatura, tanto clásica como cristiana. Copiaban libros y escribían sobre personas ilustres, crónicas de su tiempo e historias del pasado.
Sin los escritos de los monasterios la Edad Media sería un vacío, gracias a ellos se tienen obras como los Cánticos de San Bernardo y la Imitación de Cristo de Kempis.
Los monjes eran los únicos maestros. De los monasterios surgieron las universidades y las escuelas.
En la expansión del evangelio los monjes fueron misioneros, convirtiendo a los bárbaros. San Agustín (no el teólogo) fue de Roma a Inglaterra (597 d.C.) y San Patricio empezó la evangelización de Irlanda.
Resultados negativos del monacato.
Algo contrario a las escrituras y que en el monasterio era una norma fue el celibato. Se recluían hombres y mujeres sumamente valiosos que se necesitaban en las familias, el estado o en las diferentes disciplinas de la vida en la guerra y la paz.
El monacato degenero al aumentar sus riquezas y esto en una indisciplina, la ociosidad, la inmoralidad los convirtieron en lugares de iniquidad. A pesar de cada nueva orden buscaba reformación al final sus conductas llegaban a los más bajos niveles.
Los monasterios eran autosuficientes en su inicio, pero en los siglos subsecuentes, debido a las contribuciones que se le daban a las familias ricas y pobres, a que los monjes y monjas vivían de las rentas de sus propiedades que eran exentas de pago de impuestos al gobierno, su labor casi ceso.
En el inicio de la Reforma en el siglo dieciséis, los monasterios en el norte de Europa fueron suprimidos y obligaron a trabajar a sus ocupantes para su sostén.
A este período se le llamo “la edad oscura”, aún cuando se dieron algunos beneficios al mundo por la influencia directa de la iglesia.
En esta época se establecieron casi todas las universidades por eclesiásticos en su mayoría. La Universidad de París en el siglo once tenía 30,000 alumnos. Las de Oxford, Cambridge y Bolonia tenían alumnos de toda Europa. También las maravillas en la arquitectura gótica –catedrales-, que se contemplan en la actualidad. El despertar de la literatura y las artes, pintura, escultura y arquitectura, –La divina comedia de Dante, los escritos de Tetrarca (1340) Bocacio (1360) Giotto (1928). De los primeros pintores su arte quedo plasmado en iglesias y monasterios.
