Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amen Filipenses 3:20-21

EL CRISTIANISMO ES CRISTO

            Habiendo establecido el hecho de que usted es salvo al recibir a Jesucristo en su corazón, ahora usted querrá aprender cómo andar con El. Declarándolo en términos sencillos; es cristiano quien tiene a Cristo (17), y lleva una vida cristiana únicamente quien deja que Cristo viva su vida en él (18).

            Si queremos vivir la vida cristiana confiando en nuestros propios esfuerzos, fracasaremos inevitablemente, pero a medida que dejemos que Jesucristo haga en nosotros lo que no podemos hacer por nosotros mismos, veremos que El suple admirablemente toda necesidad. Usted está “en Cristo” (19), y “Cristo está en usted” (20). No se vive la vida cristiana tratando de seguir el ejemplo de Jesucristo; esto sería imitación. La vida cristiana se vive cuando dejamos que Cristo viva en nosotros y por nuestro medio.  Usted llegó a ser cristiano al creer en Jesucristo (21). Quedo justificado (1) por medio de un acto de fe; ahora debe, día tras día, vivir continuamente bajo la influencia de dicha fe (22). Como pecador que era, usted no volvió sus ojos a Cristo, sino hasta que se convenció de su necesidad de salvarse y de la enormidad de sus pecados. Ahora, como cristiano, la vida de Cristo no se manifestará plenamente en usted, sino hasta que reconozca su necesidad de El. Mientras crea poder llevar una vida cristiana con sus propios esfuerzos, no habrá aprendido aún cómo vivir por fe. Vivir por fe es vivir en completa dependencia de Cristo.
            Muchos creyentes “tratan” de hacer bien y de vivir rectamente. Pero cuando lo hacemos a base de intentos propios, de seguro fracasaremos. La vida cristiana no consiste en “intentar”, sino en “confiar” (23). El texto de Juan 6.57 contiene una de las verdades más admirables de la Santa Biblia sobre la manera de vivir la vida cristiana. Ahí se nos declara que debemos vivirla en el Hijo, así como El la vivió en su Padre. ¿Cómo y en qué forma? Aunque Jesucristo era el Hijo de Dios, vivió en completa dependencia de su Padre. Nada hizo con su propio esfuerzo (24). Siempre hizo las cosas que le agradaban al Padre (25).
             De la  misma manera, debemos vivir nuestra vida en completa dependencia del Hijo. Esto significa que debemos rendirnos del todo a Cristo (26). Antes de ser salvo, usted sólo tenía una naturaleza malvada y pecaminosas (27). Con ella, usted nada podía hacer para agradar a Dios (28). Al nacer espiritualmente por medio de su conversión, usted adquirió otra naturaleza, la divina (29). Esta naturaleza se complace en agradar a Dios. Usted puede ver con facilidad, y sin duda ha experimentado que estas dos naturalezas están en conflicto (30). La naturaleza de la carne quiere seguir su camino; no quiere rendirse a Cristo. Así que en todo corazón hay una cruz y un trono. Cuando nos sentamos en el trono, Jesús tiene que estar en la cruz, y cuando Jesús está en el trono, nosotros permanecemos en la cruz. (Este tema está explicado con más detalle en nuestro folleto “Vida Abundante”).





CITAS BIBLICAS
1 Juan 5:12
Gálatas  2:20
Efesios 1:1
Colosences 2:6
Hechos 16:31
Romanos  1:17
Colosense  2:6
Juan 5:19,30
Juan 8:29
Romanos 12:1,2
Romanos 7:18
Romanos 8:8
2 Pedro 1:4
Romanos 8:9          


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