Para gozar de perfecta salud física, necesitamos ejercicio y trabajo. Ninguno lo consigue reposando en un sofá, o comiendo viandas delicadas.
Vemos hoy que en la iglesia de nuestro Señor hay muchos creyentes sin vigor, indolentes y mimados. Han recibido instrucción excelente en la Santa Biblia y han oído buenos sermones, pero quizás no han ganado ni una sola alma para Dios. Cuando se les presenta una oportunidad, hallan siempre razones para disculparse.Debemos, por tanto, trabajar para gozar de buena salud espiritual. Debemos dejar a Cristo vivir en nosotros y por medio de nosotros. Debemos rendir a su servicio los miembros de nuestro cuerpo, para que El los use como le plazca. No nos salvamos por nuestras buenas obras; más bien, somos salvos para hacer buenas obras. Hemos de vivir de manera que otros vean nuestras buenas obras y glorifiquen al Padre que está en los cielos (53).
Citas Bíblicas
53 Mateo 5:16