Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amen Filipenses 3:20-21

LA ORACION: ALIENTO DEL ALMA

            En nuestra vida física pronto morimos si dejamos de respirar. Para tener salud y vida abundante, necesitamos  abundancia de aire puro y refrescante.
La oración es la respiración del alma. Así como continuamente respiramos, así también debemos orar continuamente (49). Pero ¿quiere esto decir que debemos pasar las 24 horas del día encerrados y de rodillas en oración? Ciertamente, no, Nuestro Padre celestial sabe bien las múltiples necesidades de la vida diaria. Sabe que necesitamos ganar el sustento y ocuparnos en la casa, el taller o el campo.
            En parte, esto significa que necesitaremos, a veces, buscar a Dios a solas y orar en la quietud de un lugar privado (50). Por otra parte, también significa que debemos mantener una constante comunión con Dios en todo lugar y ocupación. Esto es lo que significa orar sin cesar y ser constantes en la oración (51). Sin la oración, el corazón se enfría; deja su primer amor y pierde su comunión con Dios y su influencia con los hombres.

CITAS BIBLICAS:
49 1 Tesalonicenses 5:17
50  Marcos  1:35
51  Romanos 12:12 

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