Fe es aceptar que “Dios es fiel.”. Los hijos de Israel no pudieron entrar en la tierra de Canaán, debido a su incredulidad (Hebreos 3:19).
La más grande ofensa del justo o del pecador es el pecado de incredulidad. (Juan 3:18 y 16:9). Somos recompensados conforme a nuestra fe. (Mateo 9:29).
La fe es el lazo sólido que nos une y sujeta a Dios. Sin ella es imposible agradarle. (Hebreos 11:6). Somos justificados, sea, hechos justos por la fe (Romanos 3:28; 4:4 y 5; 5:1; Gálatas 2:16.) Todo aquel que no entiende este gran principio de “justificación por la fe” no merece llamarse cristiano. Pero también es triste ver que muchos dicen creer en a “justificación por la fe”, nada saben sobre “vivir por fe”. (Habacuc 2:4; Romanos 1:17; Gálatas 3:11 y Hebreos 10:38).
Vivir por fe quiere decir que vivimos en dependencia total de Dios. Es la única manera de vivir nuestra vida en la forma que Dios espera y demanda de nosotros. “Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él.” (Colosenses 2:6) ¿Cómo le recibimos a El? Por fe. ¿Cómo hemos de andar en El? Por fe. Es por fe que creemos que El murió por nuestros pecados. Es por fe que creemos que morimos nosotros con El. (Romanos 6:6) Es por fe que nos juzgamos en verdad muertos al pecado (Romanos 6:11) Es por fe que recibimos el Santo Espíritu (Gálatas 3:2) y por fe recibimos de Dios toda gracia y todo don.
