Tercera parte
El Santo Imperio Romano. Separación de las iglesias latina y griega.
Del siglo noveno al siglo décimo Europa tenía como nombre oficial el Sacro Imperio Romano –llamado incorrectamente Imperio Germano-.
A fines del siglo octavo se levanto uno de los hombres más grandes de la historia, Carlos I el Grande (742-814 d.C.) –se supone nació en Aquisgrán (Aix-la-chapelle, Francia-, nombrado por los germanosj Carlos el Grande y por los franceses Carlomagno –hijo de Pepino el Breve, coronado por el papa Esteban II en 754 d.C., y de la reina Bertrada, quien le inculco la justicia para los desamparados, se dice aprendió a leer siendo adulto-, nieto de Carlos Martel. Carlomagno formo un imperio, domino casí todos los países en la Europa Occidental, el norte de España, Francia, los Países Bajos, Austria e Italia, unificó el imperio a la muerte de su hermano Carcoman quien reinaba la parte oriental. Reconocido por Roma y en la navidad de 800 d.C., fue coronado como Carlos Augusto, emperador de Roma por el papa León III, siendo considerado sucesor de Augusto.
Carlomagno fue un conquistador, reformador, legislador, protector de la educación y de la iglesia, reino con poder y sabiduría.
La decadencia de los descendientes de Carlomagno –Luís I el piadoso, único hijo sobreviviente-, así como el desarrollo de nuevos estados e idiomas limitaron el poder del Sacro Imperio Romano o Germano al oeste del Rin.
En muchos estados menores ya independientes se le reconocía como emperador pero no se le obedecía
Al perder el trono, el nuevo emperador era elegido por siete príncipes. Hubo 54 emperadores, los más
importantes son:
Enrique I (el Pajarero), (919-936) comenzó con la restauración del imperio pero a quien se le consideraba como el fundador del Imperio Germano fue a su hijo Otón I (el Grande) coronado hasta el 951.
Federico “Barbarroja” uno de los más poderosos emperadores, falleció durante la Tercer Cruzada-se ahogo en Asia Menor-, y la expedición fracaso.
Federico II nieto de “Barbarroja”, por sus ideas de gobierno y religión –se le considero un hombre ilustre, progresista y liberal de la época-, fue excomulgado dos veces por el papa. Participo en la Quinta Cruzada y se autoproclamo rey de Jerusalén.
Rodolfo I de Habsburgo, fundador de la Casa de Austria, aún cuando la corona imperial no tenía ningún valor, impuso su autoridad sobre príncipes y barones. Austria fue el estado más poderoso de la confederación germana. La descendencia de Rodolfo I fueron casi todos emperadores y archiduques.
Carlos V. (1519-1556), emperador al principio de la Reforma, también de la línea de la sucesión austriaca, gobernó Austria, España y los Países Bajos. No pudo sostener la religión antigua en los países que gobernaba. Abdicó en 1556 y sus dos últimos dos años de vida los vivió en retiro.
La lucha entre los papas y emperadores siguió hasta la Reforma, donde se inicia la separación del estado y la iglesia.
En el siglo dieciocho, Voltaire dijo que “el Santo Imperio Romano no era ni santo, ni romano y menos un imperio.
Cuando Napoleón estaba en el poder termino la sucesión de emperadores en 1806. El emperador Francisco II fue obligado a renunciar al título de emperador del Sacro Imperio Romano y se le dio el de emperador de Austria.
Aún cuando la separación de las iglesias latina y griega empezó mucho antes, se hizo oficial en el siglo once. La lucha entre papas y patriarcas duro cien años. Ambas iglesias se excomulgaron en 1054 d.C. Esta lucha generó muchas veces violenta controversia y cruel persecución que llego a derramar sangre.
La causa doctrinal de la separación entre las iglesias fue “la procedencia del Espíritu Santo”. Los latinos decían “El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo” (filioque en latín) y los griegos que procedía únicamente “del Padre”.
Costumbres diferentes entre las dos iglesias se hicieron leyes: en la iglesia occidental se prohibió el matrimonio de clérigos (se impuso el celibato). La adoración de imágenes ha sido durante mil años. Se usa el pan sin levadura (hostia) en la comunión. La práctica de ayuno en sábado –en protesta contra la ley judaica del séptimo día -, posteriormente se cambio al viernes, el día de la crucifixión del Señor.
En la oriental el sacerdote (llamado papa) debe ser casado. No se adoran estatuas sino cuadros –cuadros en bajo relieve-, y se les da una reverencia más profunda. Usan en la comunión pan común. No se llevo a cabo la práctica del ayuno.
La reclamación de Roma de ser la iglesia dominante y su papa ser el “obispo universal” fue la causa principal del cisma entre ambas iglesias.
