Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amen Filipenses 3:20-21

Capítulo 20

Tercera parte
La Contrarreforma. Líderes del período.


El desgaste de autoridad de la Iglesia Católica Romana en muchos países de Europa la obligo a organizar una estrategia para destruir la fe protestante y continuar con la expansión misionera en el extranjero.
La Contrarreforma se discutió en el Concilio de Trenton en 1545, por el papa Pablo III. Se componía de todos los obispos y abades de Venecia. El objetivo era investigar todo lo que propició la Reforma. Duro 20 años en el reinado de cuatro papas de 1545 a 1563. Durante este tiempo se hicieron reformas conservadoras que permitieron establecer las doctrinas de la iglesia.
La orden de los Jesuitas fue una influencia poderosa en la Contrarreforma, esta orden la estableció Ignacio de Loyola en 1534. Se caracterizaba por tener la más estricta disciplina, lealtad absoluta a la iglesia y a la orden y devoción religiosa profunda. Esta orden actuó con métodos públicos y privados en contra de los protestantes. Estas acciones hicieron que incluso en los países católicorromanos los rechazaran, por lo que aparentemente se eliminaron en todo el mundo, pero continuaron su labor en secreto, posteriormente fue reconocida nuevamente y en la actualidad es una de las fuerzas más potentes de Roma.
La persecución activa fue otra forma de tratar de contrarrestar el crecimiento de la Reforma. La espada, la tortura, la hoguera –como en España con la Inquisición-, en Francia –la masacre del Día de San Bartolomé-, se considera la muerte de veinte mil a cien mil personas.
Todo esto retardo la marcha de la Reforma y en algunos países la aplastó.
Los jesuitas misiones fueron muy activos en la conversión de los pueblos de América del Sur, México y parte de Canadá, también en la India y países aledaños.
En 1618 comenzó una guerra en donde participaron casi todos los países de Europa, “Guerra de los Treinta años”, trayendo sufrimiento por toda una generación en Alemania. Se hizo la paz de Westfalia en 1648.
Fue una época importante, donde hubo muchos líderes.
Desiderio Erasmo, nació en Rótterdam, Holanda en 1466. Uno de los más grandes eruditos de esa época. Educado y ordenado en un monasterio, en 1492 abandono el sacerdocio y se dedico a la literatura. Crítico severamente a la Iglesia Católicorromana a través de sus obras, la más conocida “, Elogio de la Locura”, editó el Nuevo Testamento en griego en una traducción latina. Apoyo la Reforma pero nunca se unió al movimiento, falleció siendo católico. Murió en 1536.
Martín Lutero “el fundador de la civilización protestante”, nació en Eisleben, 1483, hijo de un minero, se educó en la universidad de Erfurt, aspiraba ser abogado pero prefirió en monasterio agustino. Fue enviado en 1511 a Roma donde se encontró con la mundanalidad y maldad de la iglesia y regreso a empezar su carrera de reformador atacando a roma por la venta de indulgencias. Excomulgado por el papa León X, quemó la bula papal en 1520. En 1521 en la Dieta de Worsms reafirmo sus declaraciones. Fue recluido en el Castillo de Wantburg por un año por sus protectores, ahí tradujo el Nuevo Testamento al alemán. Posteriormente regreso a Wittemberg y tomó la dirección de la Reforma. En 1529 se intento unir los esfuerzos de Lutero con Zwinglio y no fue posible por el espíritu firme e inflexible de Lutero. Murió en Eisleben el 18 de febrero de 1546.
Juan Calvino, nació en Noyon, Francia el 10 de julio de 1509. Sus estudios fueron en París Orleáns y Burgues. En 1528 se unió a la Reforma siendo desterrado. Publicó “Instituciones de la religión cristiana” que fue la base para la doctrina protestante –menos la luterana-, vivió en Ginebra desde 1536 –menos algunos años de destierro-. Junto con Teodoro Beza y otros reformadores fundaron el centro de protestantismo –uno de los principales de Europa-, falleció el 27 de mayo de 1564 en Ginebra, Suiza.
Tomás Cranmer. Se le puede considerar el líder de la Reforma en Inglaterra. Sugirió que se apelara en las universidades de Europa la cuestión del divorcio de Enrique VIII. Le agrado al rey y después de estar en varias embajadas lo nombro arzobispo de Canterbury. Fue regente del rey Eduardo VI –por menoría-, por lo que protestantismo creció. Su obra “Libro de oración común” así como todos los artículos de religión. La reina María de Tudor le quitó su cargo y fue encarcelado. Para salvar su vida se retracto de sus declaraciones pero aún así fue condenado a la hoguera, renunció a su retractación y ante su martirio extendió la mano derecha para que fuese la primera en arder.
Juan Knox, nació en 1505 en la Baja Escocia, llamado “el padre de Escocia”, gracias a él se estableció la Iglesia Escocesa. Se educo y se ordeno sacerdote en la universidad de San Andrés, donde ejerció como maestro. Alrededor de 1547 se unió a la Reforma. Fue detenido junto a otros reformadores por los aliados franceses de la reina regente y enviado a las galeras en Francia. Lo libertaron y fue desterrado a Inglaterra con la protección del rey Eduardo VI. En Ginebra al conocer a Juan Calvino adopto sus ideas de doctrina y gobierno de la iglesia. En 1529 regreso a Escocia y se convirtió en el líder absoluto de la Reforma. La iglesia presbiteriana tomo la supremacía religiosa y fue una reforma más radical que en ningún otro país. A su muerte en 1572, en su sepelio, el regente Morton de Escocia dijo “¡Aquí yace un hombre que nunca tuvo temor!”.
De los más importantes de la Iglesia Católicorromana están dos grandes hombres.
Ignacio de Loyola, español, nació en 1494 ó 1495 en el Castillo de Loyola, de familia noble. Soldado a los veintiséis años, valiente pero libertino, después de ser gravemente herido y una larga enfermedad, entro al servicio de la iglesia. En 1534 fundo la orden más poderosa para la promoción de la Iglesia Católicorromana –los jesuitas-. Entre sus obras –que fueron pocas-, está la “Constitución de la Orden” que a la fecha no ha tenido cambios y “Ejercicios espirituales”, obra pequeña pero con enorme influencia entre los jesuitas y demás ordenes católicas. Murió en Roma el 31 de julio de 1556 y lo canonizaron en 1622.
San Francisco Javier, nació en 1506 en Navarra, España, cuando era un reino independiente en ambos lados de los Pirineos. Uno de los primeros miembros de la Sociedad de Jesús. Se hizo cargo del departamento de misiones extranjeras del cual llego a ser el fundador moderno. Estuvo en la India, en la isla de Ceilán, Japón y otros países del Lejano Oriente. Murió en 1552 a los cuarenta y seis años de una fiebre durante la evangelización en China. En el Oriente –gracias a él-, los católicorromanos se cuentan por millones, logro la conversión de paganos aún después de su muerte, por su organización y labor. Era un hombre de carácter manso, tolerante y generoso.

Vistas de página en total