Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amen Filipenses 3:20-21

Capítulo 7

Segunda parte
Formación del canon del Nuevo testamento. Desarrollo de la organización eclesiástica. Desarrollo de la doctrina.

A pesar de la persecución de la iglesia por siglos, la organización de la comunidad cristiana y su vida tenían grandes avances.

Los libros del Nuevo Testamento se terminaron posiblemente en 110 d.C., algunos de ellos no eran aceptados como Escritura inspirada, por ejemplo Hebreos, Santiago, Segunda de Pedro y Apocalipsis si eran aprobados en Oriente pero no en Occidente. Existen libros que no forman parte de la Biblia pero que eran aceptados y leídos en Oriente como: Pastor de Hermas, la Epístola de Bernabé, la Enseñanza de los Doce Apóstoles y el Apocalipsis de Pedro. Los libros que hoy conforman la Biblia fueron elegidos por las iglesias y ratificados por el concilio. Probablemente en el año 300 d.C., se dio el reconocimiento total del Nuevo Testamento.
En la iglesia primitiva el respeto hacia los apóstoles como fundadores, elegidos por Jesús y ungidos de inspiración divina, se erigían como líderes y esto permitía el gobierno de la misma. Hubo títulos como el de “obispos” y “ancianos” (presbíteros) que se daban a las mismas personas, pero ya en el 125 d.C., ya los obispos gobernaban su propia diócesis con presbíteros y diáconos bajo su autoridad. En el año 150 d.C., los obispos eran quienes celebraban los concilios y establecían las leyes, esto se debió quizás a la persecución como al crecimiento de la iglesia, ya que llegó a las fronteras de la India y Partia.
La iglesia al sufrir la persecución tuvo que adaptarse y comenzó la unificación y el gobierno que duró siete generaciones y posteriormente fue permanente. Una característica digna de encomio fue que ningún obispo reclamo para sí autoridad de carácter universal.
La aparición de sectas y herejías en la iglesia hizo necesaria la autoridad para aplicar artículos de fe.
La forma de gobierno del imperio romano permitió el paso natural del desarrollo del gobierno de la iglesia.
El desarrollo de la doctrina de esta época tuvo su propia particularidad. Ya no era una fe del corazón que permitía una rendición de la voluntad a Cristo –una fe en que el Espíritu moraba in hora era una fe del intelecto que eligió un sistema rígido. Se perdió mucho la espiritualidad pero todavía las normas eran elevadas y había muchos santos ministrados por el Espíritu Santo. La oración más antigua y sencilla fue compuesta en ese tiempo “El credo de los apóstoles”. Nacieron escuelas de teología: Una en Alejandría fundada por Panteno como en 180 d.C., era ex filósofo sumamente creyente, elocuente en la enseñanza oral, de sus escritos solo se tienen fragmentos. Posteriormente fue Clemente de Alejandría (150 a 215 d.C.) algunos de sus libros aún existen –en ellos hacia defensa del cristianismo contra el paganismo-. Orígenes (185-254 d.C.) es considerado el expositor más diestro, enseñó y escribió sobre muchos temas, mostrando gran saber y poder intelectual.
Otra era la escuela en Asia Menor, no era en sí un centro sino un conjunto de maestros y escritores. Irineo fue su más grande representante –tenía el celo del evangelista y la habilidad del escritor magistral-.Murió mártir alrededor de 200 d.C.
La escuela del norte de África se ubicaba en Cartago, la escuela más sobresaliente por el grupo de teólogos y escritores sumamente capaces que dieron forma al pensamiento teológico de Europa. Dos de los más destacados fueron Tertuliano (160-220 d.C.) brillante y ferviente, Cipriano (258 d.C.), fue obispo conservador y hábil, murió como mártir durante el gobierno de Decio (258 d.C.).

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