!TODOS LOS DIAS DE MI VIDA¡”
¡Ciertamente, absolutamente, con toda seguridad, el bien y la misericordia me seguirán¡ ¿Cómo es posible pasar inadvertida la confianza con que David habla? San Pablo habla con la misma confianza en Filipenses 1:6.
“Estamos persuadidos de esto, que el que comenzó con vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”. Esta es una confianza que afecta nuestra vida diaria como también eterno destino. No es altiva ni presuntuosa, ni está fundada en una teoría o mito, sino es real y perdurable porque tiene como fundamento a la Persona del Pastor, el Señor Jesucristo. Le insto a que ahora mismo le dé a Jesucristo su debido lugar como Rey y Pastor y le permita producir a través de usted, por medio del Espíritu Santo, la clase de vida descrita en este Salmo 23.
A través de cinco versículos y medio Dios nos ha estado hablando, por medio de David, sobre nuestra vida diaria y lo que puede ser nuestro ¡al reconocer al Señor como nuestro Pastor! ¡No nos impondrá su autoridad a la fuerza! ¡Pacientemente espera que nosotros se lo permitamos!
Luego, el salmista nos transporta a la final culminación del tiempo: “¡Y en la casa de Jehová moraré por largos días!” ¡Cuántas personas en el día de hoy esperan ansiosas en tiempo cuando mueran y estén con su Señor!, porque la vida en este mundo es insoportable. Pero esa no debe ser nuestra única esperanza. El ha hecho una amplia provisión para que aquí nuestra vida esté llena de triunfo y bendición, no solamente los domingos, sino todos los días de la semana… ¡TODOS LOS DIAS DE MI VIDA!
