¡TODOS LOS DIAS DE MI VIDA!”
Con razón David pudo decir con certeza: “Mi copa está rebosando”. Si nosotros conociéramos al Señor Jesús, el Pastor, de esta manera tan íntima, ¡también podríamos gozar una vida literalmente rebosante de las características y cualidades de la vida misma de Jesucristo!
Qué tristeza cuando tenemos que confesar que en su mayoría nuestra vida está llena de codicia, envidia, odio, preocupación y tensión. Con frecuencia nos encontramos con personas que parecen estar completamente dominadas por espíritu de derrota y frustración. ¿Acaso es esto todo lo que se puede esperar cuando nos convertirnos a Cristo? ¡Enfáticamente, no¡ ¡Porque en el Señor Jesús, todo el cielo y sus recursos están asequibles!
Qué tristeza cuando tenemos que confesar que en su mayoría nuestra vida está llena de codicia, envidia, odio, preocupación y tensión. Con frecuencia nos encontramos con personas que parecen estar completamente dominadas por espíritu de derrota y frustración. ¿Acaso es esto todo lo que se puede esperar cuando nos convertirnos a Cristo? ¡Enfáticamente, no¡ ¡Porque en el Señor Jesús, todo el cielo y sus recursos están asequibles!