Para crecer en la vida física, necesitamos alimentarnos. También lo necesitamos para crecer en gracia como cristianos.
La santa Biblia es el alimento espiritual del creyente. “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación” (42). La leche es ideal para los niñitos, pero no es suficiente para un trabajador que requiere alimentos sólidos que le den fuerzas. La Santa Biblia es nuestro PAN. Jesús enseña; “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (43). Además contiene la CARNE de la Palabra para los que la pueden digerir (44). ¡Y que deliciosos son los postres! La Palabra de Dios es “dulce más que la miel… del panal” (45). Podemos repetir con Jeremías: “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón” (46).
La santa Biblia es el alimento espiritual del creyente. “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación” (42). La leche es ideal para los niñitos, pero no es suficiente para un trabajador que requiere alimentos sólidos que le den fuerzas. La Santa Biblia es nuestro PAN. Jesús enseña; “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (43). Además contiene la CARNE de la Palabra para los que la pueden digerir (44). ¡Y que deliciosos son los postres! La Palabra de Dios es “dulce más que la miel… del panal” (45). Podemos repetir con Jeremías: “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón” (46).
Debemos leer la Palabra, estudiar la Palabra, aprender de memoria la Palabra, meditar en la Palabra de Dios. Debemos aceptarla totalmente y darla a otros igualmente. De la manera en que normalmente, y como hábito, tomamos alimentos materiales, así también debemos alimentar nuestra alma con las cosas de Dios. No basta con oír sermones el domingo. Debemos pedir: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy” (47)
Satanás se da cuenta de la importancia de la Palabra en la vida del creyente. Por eso, su primer ataque es siempre contra la Palabra de Dios. Como en el Edén, continúa sugiriendo al oído: “¿Con que Dios os ha dicho?” Satanás sabe que si logra apartarnos del estud.io y lectura de la Palabra, pronto nos debilitaremos y seremos victimas del pecado y la tentación. Alerta, pues, cristiano. Procure alimentar su alma diariamente con la Palabra del Dios viviente.
CITAS BIBLICAS:
42 1 Pedro 2:2
43 Mateo 4:4
44 1 Corintios 3:2
45 Salmo 19:10
46 Jeremías 15:16
47 Mateo 6:11
