¡TODOS LOS DIAS DE MI VIDA
Ya se ha dicho que la dirección de Dios en nuestra vida no se adquiere, sino se recibe. Con respecto a recibir, Dios también en esta ocasión nos ha dado la fórmula en Proverbios 3:6: “Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”.
Siempre que lo reconozcamos y continuemos haciéndolo, El ha prometido dirigir y seguir dirigiendo nuestros pasos. Este es el regalo que Dios le da a usted por ser una de sus ovejas.
Pero quizá alguien pregunte: “¿Cómo, pues, puedo empezar a experimentar la realidad de su dirección en m vida diaria?” Basándose en el hecho de que usted es hijo de Dios, una de sus ovejas, por fe reconózcalo como su Pastor y Señor (si no lo ha hecho antes) y ríndale las gracias por darle su dirección. ¡Déle gracias por la manera en que lo dirigirá en los asuntos de su vida! En vez de implorarle: “Señor, te rogamos que nos guíes en este día”, como comúnmente lo hacemos, agradézcale de antemano su dirección, porque éste es u regalo para usted -¡todos los días de su vida!
Tenga mucho cuidados de no haber experimentado la realidad de los dos primeros versículos. ¡El resultado será un rotundo fracaso!
“ME GUIARA POR SENDAS DE JUSTICIA POR AMOR DE SU NOMBRE…. ¡TODOS LOS DIAS DE MI VIDA!”
Ya se ha dicho que la dirección de Dios en nuestra vida no se adquiere, sino se recibe. Con respecto a recibir, Dios también en esta ocasión nos ha dado la fórmula en Proverbios 3:6: “Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”. Siempre que lo reconozcamos y continuemos haciéndolo, El ha prometido dirigir y seguir dirigiendo nuestros pasos. Este es el regalo que Dios le da a usted por ser una de sus ovejas.
Pero quizá alguien pregunte: “¿Cómo, pues, puedo empezar a experimentar la realidad de su dirección en m vida diaria?” Basándose en el hecho de que usted es hijo de Dios, una de sus ovejas, por fe reconózcalo como su Pastor y Señor (si no lo ha hecho antes) y ríndale las gracias por darle su dirección. ¡Déle gracias por la manera en que lo dirigirá en los asuntos de su vida! En vez de implorarle: “Señor, te rogamos que nos guíes en este día”, como comúnmente lo hacemos, agradézcale de antemano su dirección, porque éste es u regalo para usted -¡todos los días de su vida!
Tenga mucho cuidados de no haber experimentado la realidad de los dos primeros versículos. ¡El resultado será un rotundo fracaso!
“ME GUIARA POR SENDAS DE JUSTICIA POR AMOR DE SU NOMBRE…. ¡TODOS LOS DIAS DE MI VIDA!”
Ya se ha dicho que la dirección de Dios en nuestra vida no se adquiere, sino se recibe. Con respecto a recibir, Dios también en esta ocasión nos ha dado la fórmula en Proverbios 3:6: “Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”. Siempre que lo reconozcamos y continuemos haciéndolo, El ha prometido dirigir y seguir dirigiendo nuestros pasos. Este es el regalo que Dios le da a usted por ser una de sus ovejas.
Pero quizá alguien pregunte: “¿Cómo, pues, puedo empezar a experimentar la realidad de su dirección en m vida diaria?” Basándose en el hecho de que usted es hijo de Dios, una de sus ovejas, por fe reconózcalo como su Pastor y Señor (si no lo ha hecho antes) y ríndale las gracias por darle su dirección. ¡Déle gracias por la manera en que lo dirigirá en los asuntos de su vida! En vez de implorarle: “Señor, te rogamos que nos guíes en este día”, como comúnmente lo hacemos, agradézcale de antemano su dirección, porque éste es u regalo para usted -¡todos los días de su vida!
Tenga mucho cuidados de no haber experimentado la realidad de los dos primeros versículos. ¡El resultado será un rotundo fracaso!
Ya se ha dicho que la dirección de Dios en nuestra vida no se adquiere, sino se recibe. Con respecto a recibir, Dios también en esta ocasión nos ha dado la fórmula en Proverbios 3:6: “Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”. Siempre que lo reconozcamos y continuemos haciéndolo, El ha prometido dirigir y seguir dirigiendo nuestros pasos. Este es el regalo que Dios le da a usted por ser una de sus ovejas.
Pero quizá alguien pregunte: “¿Cómo, pues, puedo empezar a experimentar la realidad de su dirección en m vida diaria?” Basándose en el hecho de que usted es hijo de Dios, una de sus ovejas, por fe reconózcalo como su Pastor y Señor (si no lo ha hecho antes) y ríndale las gracias por darle su dirección. ¡Déle gracias por la manera en que lo dirigirá en los asuntos de su vida! En vez de implorarle: “Señor, te rogamos que nos guíes en este día”, como comúnmente lo hacemos, agradézcale de antemano su dirección, porque éste es u regalo para usted -¡todos los días de su vida!
Tenga mucho cuidados de no haber experimentado la realidad de los dos primeros versículos. ¡El resultado será un rotundo fracaso!