Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amen Filipenses 3:20-21

SATANAS ES NUESTRO ENEMIGO

Satanás es nuestro enemigo, porque también lo es de Dios. Su ansia constante es destruir los planes de Dios en nuestras vidas. Es sumamente inteligente, poderoso y ladino.

 Es un asesino, un mentiroso y un engañador. La gran mayoría de las personas en el mundo viven bajo su poder. (Efesios 2:3; 1 J 5:19 y Apocalipsis 12:9). Se ha hecho el dios de este mundo (2 Corintios 4:4). Sus tácticas son muchas y veladas. (2 Corintios 2:11). Su gran pecado consiste en haber afirmado su voluntad en contra de la Voluntad de Dios. (Isaías 14:13 y 14). Así que ahora es como león rugiente buscando a quién devorar. (1 Pedro 5:8). Esta es la razón porque busca condenar el alma de todo pecador, que se le somete. Así mismo busca cómo impedir o arruinar la vida de todo cristiano. Podemos percibir su malicia satánica en el paraíso terrenal cuando preguntó a Adán y Eva, queriendo que dudaran: “Con que Dios ha os dicho” (Génesis 3:1). Al presente, todavía infiltra la misma duda desde algunos púlpitos apóstatas, escuelas teológicas y cátedras profesionales. Es demonio, un monstruo de iniquidad y un destructor, que se viste de ángel de luz para engañar más fácilmente. (2 Corintios 2:13 al 15). Dios y satanás están en constante lucha por el alma del pecador y también en la vida del justo. Dios ha dado al hombre libre albedrío. Es libre para servir a Dios y al demonio. (Santiago 4:7). Esto se aplica tanto al justo como al pecador. Pero no hemos de dar lugar al demonio. (Efesios 4:27). Si le permitimos un centímetro, él se tomará un metro. Jesucristo venció al demonio, porque pudo decirle: “No tengo nada contigo”. (Juan 14:30). Satanás es un enemigo derrotado. Debemos aprender a resistirle. (Santiago 4:7). Al vestirnos con la armadura e Dios. (Efesios 6:10 al 18) somos más que vencedores en el poder de Cristo. (Romanos 8:37).

Vistas de página en total